SEVERO SARDUY
OBRAS I. POESÍA, FCE, MÉXICO, 2007
Por Mijail Lamas
Poemas bizantinos, libro publicado por primera vez en 1969, es el primer libro de los recopilados en este primer volumen de su obra, ahí los versos soportan una arquitectura que levanta torres de agua que ni el canto iluminado de los pájaros perturba.
“El mar con destructora música invocando la helada quietud, la ciudad de la luz descubre jubilosa. El ave gritando toscamente hacia un círculo que el agua desdibuja. Todo su amplia vigilia lo gobierna –a tientas sus señales conjuro, sus palabras invoco- menos el agua amenazando desde un duro jardín, menos el agua.”
En este primer libro el poeta nos va dejando constancia de su filiación con Lezama Lima, Elise Diego y Virgilio Piñera, pero hacia el final el poeta logra bosquejar su singular voz.
En la sección denominada Big Bang se concentra la poesía que rompe con su fase anterior más cercana a sus primeros modelos; es en esta parte donde la experimentación está marcada por un itinerario que visita todas las formas de la vanguardia de principio del XX, y ejerce un diálogo multidisciplinario sobre todo con la música y la pintura. Los libros contenidos aquí (Flamenco, Mood Ídigo, Big Bang) nacieron como libros objetos, los poemas eran acompañados con grabados y pinturas que en esta edición no se recuperan.
Flamenco, primer libro de esta sección, nace a partir de un diálogo con Luis de Góngora y su ciudad: Córdoba. Así se irá tejiendo una danza de palabras mediante la deconstrucción de la frase poética, enriqueciendo las posibilidades de su lectura. En Mood Índigo, segundo libro del apartado Big Bang, la utilización de la página es determinante, la búsqueda parte de la reflexión acerca del trabajo de Mallarmé y se hermana paralelamente con la búsqueda de los concretistas brasileños; esta búsqueda, como lo sugiere Sarduy, también establece formas fijas a partir de la geometría y la noción de Bauhaus; es curioso observar que en la búsqueda de una sintaxis visual, el poeta recurra a versos de la tradición española como el hepatásílabo en el caso específico de Magenta Haze, lo que sugiere que el poeta no puede escapar del todo de su formación primera.
En Big Bang, libro que le da nombre la sección, el poeta comparte con el lector su afición por la astronomía y logra una interesante convivencia del lenguaje científico y el lenguaje poético, esta búsqueda nos recuerda a la aún más atrevida búsqueda del poeta Gerardo Deniz. Lo que Sarduy intenta es demostrar la posibilidad de encontrar poesía en el lenguaje científico, demostrando que el distanciamiento de los códigos no tendría que ser tan extremosa como ha venido ocurriendo, según plantea Steiner en algunos de sus ensayos.
A estas alturas deel viaje el poeta se ha alejado de su origen, pero el poeta considera regresar a sus modelos fundamentales, y esgrime razones de peso:
En la sección denominada Big Bang se concentra la poesía que rompe con su fase anterior más cercana a sus primeros modelos; es en esta parte donde la experimentación está marcada por un itinerario que visita todas las formas de la vanguardia de principio del XX, y ejerce un diálogo multidisciplinario sobre todo con la música y la pintura. Los libros contenidos aquí (Flamenco, Mood Ídigo, Big Bang) nacieron como libros objetos, los poemas eran acompañados con grabados y pinturas que en esta edición no se recuperan.
Flamenco, primer libro de esta sección, nace a partir de un diálogo con Luis de Góngora y su ciudad: Córdoba. Así se irá tejiendo una danza de palabras mediante la deconstrucción de la frase poética, enriqueciendo las posibilidades de su lectura. En Mood Índigo, segundo libro del apartado Big Bang, la utilización de la página es determinante, la búsqueda parte de la reflexión acerca del trabajo de Mallarmé y se hermana paralelamente con la búsqueda de los concretistas brasileños; esta búsqueda, como lo sugiere Sarduy, también establece formas fijas a partir de la geometría y la noción de Bauhaus; es curioso observar que en la búsqueda de una sintaxis visual, el poeta recurra a versos de la tradición española como el hepatásílabo en el caso específico de Magenta Haze, lo que sugiere que el poeta no puede escapar del todo de su formación primera.
En Big Bang, libro que le da nombre la sección, el poeta comparte con el lector su afición por la astronomía y logra una interesante convivencia del lenguaje científico y el lenguaje poético, esta búsqueda nos recuerda a la aún más atrevida búsqueda del poeta Gerardo Deniz. Lo que Sarduy intenta es demostrar la posibilidad de encontrar poesía en el lenguaje científico, demostrando que el distanciamiento de los códigos no tendría que ser tan extremosa como ha venido ocurriendo, según plantea Steiner en algunos de sus ensayos.
A estas alturas deel viaje el poeta se ha alejado de su origen, pero el poeta considera regresar a sus modelos fundamentales, y esgrime razones de peso:
Es esta fase de la poesía de Sarduy la que prefiero por desfachatada y divertida, por lo que tiene de intento de flexionar la rigidez de las formas clasica del verso.
Al final el viaje emprendido por las numerosas visiones y posibilidades de la poesía de Severo Sarduy ha valido la pena, el poeta nos permitirá acompañarlo y será un atento guía. Como ejemplo didáctico recomiendo leer atentamente la conferencia que se incluye al final de libro (Poesía bajo programa) donde el poeta muestra sus cartas y el andamiaje que le permitió desembarcar de nuevo en tierra nativa.
(Reseña publicada en la Geceta del FCE, Julio 2007, N.439)
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