viernes, 6 de junio de 2008

UN TESTIGO PERENNE Y DELATADO



SEVERO SARDUY
OBRAS I
. POESÍA, FCE, MÉXICO, 2007
Por Mijail Lamas
En la poesía de Severo Sarduy el lector acudirá a un viaje de ida y vuelta, donde se parte hacia la geografía de la experimentación formal, tímidamente primero con los poemas en prosa, para luego dirigirse a una fase motivada por la vanguardia de principio de siglo XX y a una revisión muy similar a la que los concrestistas brasileños hacen de la misma, para al final desembocar en el regreso a la primera patria mediante la recuperación de la formas más tradicionales del verso.
Poemas bizantinos, libro publicado por primera vez en 1969, es el primer libro de los recopilados en este primer volumen de su obra, ahí los versos soportan una arquitectura que levanta torres de agua que ni el canto iluminado de los pájaros perturba.
“El mar con destructora música invocando la helada quietud, la ciudad de la luz descubre jubilosa. El ave gritando toscamente hacia un círculo que el agua desdibuja. Todo su amplia vigilia lo gobierna –a tientas sus señales conjuro, sus palabras invoco- menos el agua amenazando desde un duro jardín, menos el agua.”
En este primer libro el poeta nos va dejando constancia de su filiación con Lezama Lima, Elise Diego y Virgilio Piñera, pero hacia el final el poeta logra bosquejar su singular voz.
En la sección denominada Big Bang se concentra la poesía que rompe con su fase anterior más cercana a sus primeros modelos; es en esta parte donde la experimentación está marcada por un itinerario que visita todas las formas de la vanguardia de principio del XX, y ejerce un diálogo multidisciplinario sobre todo con la música y la pintura. Los libros contenidos aquí (Flamenco, Mood Ídigo, Big Bang) nacieron como libros objetos, los poemas eran acompañados con grabados y pinturas que en esta edición no se recuperan.
Flamenco, primer libro de esta sección, nace a partir de un diálogo con Luis de Góngora y su ciudad: Córdoba. Así se irá tejiendo una danza de palabras mediante la deconstrucción de la frase poética, enriqueciendo las posibilidades de su lectura. En Mood Índigo, segundo libro del apartado Big Bang, la utilización de la página es determinante, la búsqueda parte de la reflexión acerca del trabajo de Mallarmé y se hermana paralelamente con la búsqueda de los concretistas brasileños; esta búsqueda, como lo sugiere Sarduy, también establece formas fijas a partir de la geometría y la noción de Bauhaus; es curioso observar que en la búsqueda de una sintaxis visual, el poeta recurra a versos de la tradición española como el hepatásílabo en el caso específico de Magenta Haze, lo que sugiere que el poeta no puede escapar del todo de su formación primera.
En Big Bang, libro que le da nombre la sección, el poeta comparte con el lector su afición por la astronomía y logra una interesante convivencia del lenguaje científico y el lenguaje poético, esta búsqueda nos recuerda a la aún más atrevida búsqueda del poeta Gerardo Deniz. Lo que Sarduy intenta es demostrar la posibilidad de encontrar poesía en el lenguaje científico, demostrando que el distanciamiento de los códigos no tendría que ser tan extremosa como ha venido ocurriendo, según plantea Steiner en algunos de sus ensayos.
A estas alturas deel viaje el poeta se ha alejado de su origen, pero el poeta considera regresar a sus modelos fundamentales, y esgrime razones de peso:
En un momento en que la poesía ha llegado a un grado de total distensión, es decir de total insignificancia –en el sentido más semiológico del término-, en que cualquier acumulación de adjetivos se califica de “barroca”, y cualquier pereza de “haiku”, creo que un regreso a lo más riguroso, a los más formal, a ese código que es también una libertad…
El poeta ha vuelto con un botín nada exiguo, la libertad vigilada de la que habla en sus ensayos y en sus declaraciones le permite experimentar dentro del rigor de las formas clásicas, así como en la exploración en el nivel temático -poemas con temática gay, la religión santera, la astronomía, la tradición poética española y la pintura contemporánea conviven por igual. Persiste la idea de flexionar la rigidez de la tradición, como es el caso imposible de su abecé (texto de versos endecasílabos en el que cada uno de ellos empienza y termina con una de las letra del abecedario); también en un soneto divertidísimo con rima en X al modo de Mallarmé o un soneto cuyo juego de rimas se circunscribe a cuenta y tiempo, según el esquema de Miguel de Guevara, muy parecido a aquel famoso poema de Renato Leduc.
Es esta fase de la poesía de Sarduy la que prefiero por desfachatada y divertida, por lo que tiene de intento de flexionar la rigidez de las formas clasica del verso.
Al final el viaje emprendido por las numerosas visiones y posibilidades de la poesía de Severo Sarduy ha valido la pena, el poeta nos permitirá acompañarlo y será un atento guía. Como ejemplo didáctico recomiendo leer atentamente la conferencia que se incluye al final de libro (Poesía bajo programa) donde el poeta muestra sus cartas y el andamiaje que le permitió desembarcar de nuevo en tierra nativa.

(Reseña publicada en la Geceta del FCE, Julio 2007, N.439)

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